Evaluación de la Eficacia Bactericida, Levuricida y Fungicida de Productos Desinfectantes

Evaluación de la Eficacia Bactericida, Levuricida y Fungicida de Productos Desinfectantes

La eficacia de los desinfectantes y antisépticos químicos, incluyendo su actividad fungicida, es crucial para garantizar la seguridad en diversas aplicaciones industriales, alimentarias, domésticas e institucionales. Las pruebas de eficacia específicas son esenciales para asegurar que estos productos funcionen adecuadamente en condiciones prácticas de uso. Estas pruebas no solo confirman que los desinfectantes son efectivos contra una amplia gama de microorganismos, sino que también garantizan que los productos sean seguros para los usuarios y cumplan con las normativas y estándares de calidad. Las normas EN 1650:2019 y EN 1276:2019 proporcionan metodologías estandarizadas para evaluar la actividad fungicida, levuricida y bactericida en el área alimentaria, industrial, doméstica e institucional. A continuación, se describen los métodos de ensayo, organismos y medios de cultivo utilizados en estas normas.

Actividad fungicida: Métodos de Ensayo

Ambas normas emplean métodos comunes para evaluar la eficacia de los desinfectantes, incluyendo el método de dilución-neutralización y el método de filtración sobre membrana. Estos métodos permiten determinar la reducción de microorganismos viables después del tratamiento con el desinfectante bajo condiciones controladas.

El método de dilución-neutralización consiste en mezclar el desinfectante con una suspensión de microorganismos y una sustancia interferente que simula condiciones prácticas. Después de un tiempo de contacto específico, se añade un neutralizador para detener la acción del desinfectante. Posteriormente, se realiza el recuento de microorganismos viables mediante cultivo en medios adecuados. Este método asegura que la reducción observada en el número de microorganismos se deba exclusivamente a la acción del desinfectante durante el tiempo de contacto establecido.

El método de filtración sobre membrana sigue un principio similar, pero en lugar de neutralizar directamente la mezcla, esta se filtra a través de una membrana para separar los microorganismos. Las bacterias o esporas retenidas en la membrana se lavan, se neutralizan y se cultivan en un medio adecuado para realizar el recuento de colonias viables. Este método es útil cuando se requiere una separación física de los microorganismos antes del proceso de neutralización y cultivo.

Las sustancias interferentes, como la albúmina bovina, se utilizan para simular las condiciones reales de uso del desinfectante. En condiciones limpias, se emplea una solución de albúmina bovina a baja concentración, mientras que, en condiciones sucias, se utiliza a una concentración más alta para simular una carga orgánica significativa.

Actividad fungicida: Organismos de Ensayo y Medios de Cultivo

En ambos ensayos, se utilizan diferentes medios de cultivo dependiendo del tipo de microorganismo y del método de ensayo aplicado.

Organismos empleados obligatoriamente para evaluar actividad bactericida bajo EN 1276:2019

En la norma EN 1276:2019, se utiliza el Agar de Soja Triptona (TSA) como medio de cultivo principal para bacterias. El TSA es un medio rico en nutrientes que soporta el crecimiento de una amplia variedad de bacterias, proporcionando un entorno adecuado para su desarrollo y recuento. La norma EN 1276:2019 evalúa la actividad bactericida utilizando varios organismos de ensayo clave.

Escherichia coli (ATCC 10536), una bacteria gramnegativa que se encuentra comúnmente en el intestino humano y se utiliza como indicador de contaminación fecal. Aunque forma parte de la flora intestinal normal, algunas cepas pueden causar infecciones graves, incluyendo diarrea, infecciones urinarias y sepsis. Esta bacteria forma colonias lisas y de color beige.

Otro organismo de ensayo importante es Staphylococcus aureus (ATCC 6538), una bacteria grampositiva responsable de diversas infecciones, desde infecciones cutáneas menores hasta enfermedades graves como neumonía, meningitis y sepsis. Staphylococcus aureus forma colonias lisas y pigmentadas de amarillo.

Además, se utiliza Pseudomonas aeruginosa (ATCC 15442), una bacteria gramnegativa que causa infecciones en individuos con sistemas inmunitarios comprometidos y es conocida por su resistencia a múltiples antibióticos y desinfectantes. Este patógeno oportunista puede producir pigmentos verde-azulados y forma colonias lisas.

Enterococcus hirae (ATCC 10541), una bacteria grampositiva que se encuentra en el intestino de humanos y animales, se utiliza como organismo modelo en estudios de desinfección. Aunque generalmente no es patógena, puede causar infecciones urinarias y otras complicaciones en pacientes hospitalizados o inmunodeprimidos. Esta bacteria forma colonias lisas de color blanco a gris.

Enterococcus faecium (ATCC 6057) se utiliza para evaluar la actividad bactericida a temperaturas superiores a 40 °C. Esta bacteria es resistente a muchos desinfectantes y antibióticos, lo que la hace importante en estudios específicos de desinfección.

Organismos adicionales para evaluar actividad bactericida en aplicaciones específicas

La norma EN 1276:2019 permite incluir pruebas con microorganismos adicionales para asegurar la eficacia en condiciones o entornos específicos no cubiertos por los organismos estándar.

Salmonella Typhimurium (ATCC 13311) es otra bacteria utilizada en aplicaciones específicas donde la contaminación por Salmonella es una preocupación, siendo responsable de la salmonelosis en humanos.

Lactobacillus brevis (DSM 6235) es relevante en estudios de desinfección en contextos de fermentación y producción de alimentos debido a su papel en la fermentación láctica.

Enterobacter cloacae (DSM 6234) se utiliza en estudios específicos donde se requiere evaluar la eficacia del desinfectante en ambientes hospitalarios, ya que esta bacteriagramnegativa puede causar infecciones nosocomiales.

Organismos empleados obligatoriamente para evaluar actividad levuricida bajo EN 1650:2019

En la norma EN 1650:2019, se utiliza el Agar de Extracto de Malta (MEA) como medio de cultivo principal para hongos. El MEA es un medio especializado que proporciona las condiciones necesarias para el crecimiento óptimo de levaduras y mohos.

La norma EN 1650:2019 se enfoca en la actividad levuricida, utilizando Candida albicans (ATCC 10231) como organismo de ensayo. Esta levadura patógena puede causar infecciones en humanos, especialmente en individuos inmunocomprometidos. Candida albicans es comúnmente utilizada en estudios de desinfección debido a su capacidad para formar biofilms y su resistencia a varios tratamientos antifúngicos. Forma colonias blancas a beige, cremosas y convexas.

Organismos adicionales para evaluar actividad levuricida en aplicaciones específicas

En aplicaciones específicas, la norma permite el uso de otras cepas de levaduras como Saccharomyces cerevisiae (ATCC 9763) y Saccharomyces cerevisiae var. diastaticus (DSM 70487). Saccharomyces cerevisiae se utiliza en la industria alimentaria y cervecera y forma colonias cremosas y lisas. La variedad diastásica, Saccharomyces cerevisiae var. diastaticus, posee enzimas diastásicas que pueden descomponer almidones complejos en azúcares más simples, lo que la hace relevante en la industria cervecera y otros contextos específicos donde su capacidad para fermentar azúcares complejos puede causar fermentaciones secundarias indeseadas y contaminación cruzada.

actividad fungicida

Organismos empleados obligatoriamente para evaluar actividad fungicida

Para la evaluación de la actividad fungicida, la norma EN 1650:2019 emplea tanto Candida albicans (ATCC 10231) como Aspergillus brasiliensis (ATCC 16404). Aspergillus brasiliensis es un moho conocido por su resistencia a desinfectantes y su capacidad para degradar materiales orgánicos. Este moho forma colonias de color negro debido a la producción de esporas y se utiliza en la industria para la producción de enzimas y otros compuestos bioactivos.

¿Cuándo consideramos que un producto desinfectante es eficaz?

Para que un desinfectante sea considerado efectivo bajo estas normas, debe cumplir con ciertos requisitos de reducción logarítmica en el número de microorganismos viables. En la norma EN 1650:2019, un producto debe demostrar una reducción logarítmica de al menos 4 unidades en el número de microorganismos viables para ser considerado fungicida o levuricida. Por otro lado, según la norma EN 1276:2019, un producto debe mostrar una reducción logarítmica de al menos 5 unidades en el número de bacterias viables para ser considerado bactericida.

 

En conclusión, as normas EN 1650:2019 y EN 1276:2019 proporcionan métodos rigurosos y estandarizados para evaluar la eficacia de desinfectantes y antisépticos. Estos ensayos aseguran que los productos sean efectivos bajo condiciones prácticas, considerando la presencia de sustancias interferentes y diferentes microorganismos de ensayo. Al seguir estas normas, los fabricantes pueden garantizar que sus productos cumplen con los requisitos de seguridad y eficacia, protegiendo la salud pública en diversas aplicaciones industriales, alimentarias, domésticas e institucionales.

 

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